LES FROMAGES

 ¿Ustedes son más de quesos cómo aperitivos o cómo postre?

 En cualquiera de los casos para valorar adecuadamente la calidad de un queso, debemos conocer determinadas características que  al igual que las del vino, pasa por distintas fases: visual, olfativa y gustativa, además de una fase táctil, en la que se aprecia el tacto con los dedos primero, y la textura en boca después.

Lo mejor es conservar los quesos en el frigorífico, pero conviene que se atemperen un par de horas antes de consumirlos.

Cuanto más dura sea la pasta y más grande el queso, con más tiempo de antelación habrá que atemperarlo. La temperatura de servicio oscila entre 18-20 grados para las pastas blandas y 22-24 grados para los de pasta semidura y dura.

Acompañamiento para la cata!!!

Los panes son buenos maestros de ceremonias, sirven como soporte físico del queso y complementan su sabor. La fruta fresca y jugosa limpia la boca y arrastra la grasa del queso, quedando una sensación agradable para continuar la degustación. Uvas, manzanas ácidas y dulces, peras, higos frescos,  frutos secos… la oferta es variada y suculenta.

Tanto si eligen el queso como postre o aperitivo no debemos  olvidar toda la gama de vinos generosos, como un perfecto maridaje con los que podemos obtener increíbles armonías. Los finos, amontillados y palos cortados son vinos a considerar en el acompañamiento de los quesos de cabra y oveja de larga maduración.