TIEMPO DE PAZ Y TRADICIÓN


 Sentarse a la mesa, vestido con las mejores galas para saborear deliciosos  platos especiales, es uno de los momentos más esperados de la Noche Buena o del día de  Navidad. Es la fecha en que más allá de la gastronomía, está el sublime hecho de reunirse en familia o con amigos para celebrar una fecha universal de gran importancia en el calendario cristiano: el nacimiento de Jesús. Es fecha de PAZ, de unidad, de hermandad, de perdón, de misericordia, de amor. Es una sana costumbre y una afincada tradición en casi todo el mundo independientemente  de la creencia religiosa que se tenga.


Si hay una palabra que define a la Navidad por antonomasia es “TRADICIÓN”. La Navidad es una fiesta que, aparte de sus connotaciones religiosas y festivas, se caracteriza por las celebraciones tradicionales que reúnen cada año a las familias, a los amigos, o a los compañeros de trabajo. Y qué mejor forma que hacerlo que en torno a una mesa, degustando los platos más suculentos de nuestra gastronomía. Al fin y al cabo, son ocasiones especiales que se merecen lo mejor de lo mejor. Calidad… y si se puede, también cantidad.

En las mesas navideñas de los hogares  canarios solemos tener presentes, como en el resto del año, algunos de nuestros productos más típicos: las papas arrugadas con mojo picón,  la pata asada  de cochino, pescados encebollados, cabrito en adobo, conejo en salmorejo, consomé, etc. En postres, lo más auténtico es la pella de gofio con miel y frutos secos, además de las truchas rellenas de batata o de cabello de ángel. Pero si hay algo que suele destacar por encima de todo son nuestros tradicionales Pasteles de Carne,  ¡Para chuparse los dedos!...


A modo de curiosidad, me gustaría contarles brevemente el origen de dos productos típicamente navideños y que se han extendido por, prácticamente todo el mundo.

El Turrón: Existen varias versiones acerca del origen de este dulce, y  es difícil determinar con exactitud. Sin embargo lo que sí está claro es que su origen se remonta a varios siglos atrás, ya que parece ser que los griegos consumían algo parecido que proporcionaba energía a los deportistas durante las Olimpiadas: una mezcla de miel con frutos secos. Al igual que los Mazapanes, se tiene la convicción de que la gran mayoría de estos dulces fueron introducidos por los árabes, sobre todo en el sur de la Península.


 Los Polvorones: Al igual que el turrón, el origen de los polvorones no está totalmente claro y son las localidades andaluzas de Estepa y Antequera las que se disputan la antigüedad y origen de este dulce, el cual se remontan al siglo XVI. Tienen carácter humilde, ya que surgieron al aprovechar los excedentes que se producían de los cereales y la manteca de cerdo. Más tarde, se fueron incorporando a la mezcla diferentes ingredientes como especias, frutos secos, chocolate.



              

Solo me queda desearles un  ¡¡¡BUEN PROVECHO!!!  y mesura en la mesa...

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