CARTA LLENA DE ILUSIÓN
Pequeños y
mayores esperan con emoción la mágica noche del 5 de Enero, pero pocos saben
cuál es el origen de esta maravillosa tradición que ha perdurado hasta nuestros
días y que cada año llega cargada de regalos y de ilusiones.
El 5 de Enero es una noche en la
que los corazones infantiles palpitan aceleradamente y cuando cierran los ojos
sueñan con ilusión de que los Reyes Magos de Oriente les traigan los regalos
ansiados. Esperan que la carta que enviaron hace tanto tiempo con el
encabezamiento "Queridos Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltasar"
llegue a su destinatario sin problemas. Es tanta la emoción y el nerviosismo de
los más pequeños que, en el silencio de la noche, de tanto pensar en ellos, les
parece oír el sonido de sus pasos y el roce de sus túnicas de seda por los
pasillos.
La única
alusión que tenemos a estos personajes aparece en el Evangelio de San Mateo, en
el que se menciona a unos "magos", de quienes no da nombres, ni dice
que fueran reyes y ni mucho menos que fueran tres. El Evangelio cuenta que unos
magos llegados de Oriente fueron guiados por una estrella para que adorasen al
rey de los judíos que acababa de nacer.
Tras ser guiados por la estrella,
los magos encontraron al niño en un establo en Belén, junto a María y José,
entregándole en ofrenda los presentes
que le llevaban: oro, el metal de los
reyes; incienso, la ofrenda de los dioses; y mirra que representa a Dios como
hombre.
En la
actualidad, la festividad de los Reyes Magos viene cargada de tradiciones como
la de la Cabalgata del día 5 de Enero, en la que, como antesala de lo que
ocurrirá durante la noche, los tres Reyes Magos desfilan en maravillosas
carrozas o Dromedarios acompañados de sus séquitos. Los Magos reparten
caramelos y los pajes de cada rey recogen las cartas de los niños más
rezagados. Otra costumbre de la Noche de Reyes es dejar los
zapatos de cada miembro de la familia en el balcón o lugar más utilizado de la
casa, para que Sus Majestades no se
equivoquen a lo hora de dejar los regalos.
Tampoco se debe olvidar dejar agua y pan para los camellos, y una copita de licor o un vaso de leche y turrones para que los cansados Reyes recuperen fuerzas. Pero no todos los niños recibirán un regalo por su buen comportamiento. Está establecido que los Reyes dejarán un trozo de carbón a todos los niños que se hayan portado mal durante el año.
Para acabar el día más maravilloso del año no puede faltar
el dulce por excelencia: el "Roscón" de Reyes. Sobre el roscón, se dispone una
corona de rey mago que coronará al afortunado que encuentre la figurita
escondida en su interior. Por contra, a quién descubra el haba no le quedará
más remedio que pagar el precio del dulce...
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por participar y más ...