UN CAPRICHO HORNEADO

 

Quien más y quien menos, asocia sus desayunos y meriendas de la infancia a un producto concreto. Algunos dirán que todas las mañanas bebían un vaso de leche con Cola-Cao; quizá, otros merendaban una tableta de chocolate Nestlé con un trozo de pan, y los más clásicos, las galletas María  de toda la vida. No cabe duda, que las galletas están riquísimas. Podemos comprarlas de cientos de formas y sabores o hacerlas en casa

El origen de las galletas está relacionado con la historia del azúcar, imprescindible para darle esta denominación a la pasta horneada que se hace de harina, mantequilla y azúcar, o de harina de trigo, huevo y azúcar. Una vez horneadas, las galletas poseen una gran duración y son un recurso muy alimenticio durante los viajes.

Durante los siglos XVII, todo el azúcar que se consumía en Europa procedía de las plantaciones americanas de caña de azúcar.

Era un bien escaso, y aunque durante las festividades señaladas se fabricaban galletas en casa y se vendían en las panaderías más reputadas, siguió siendo un capricho reservado a las clases adineradas hasta el siglo XIX, en que se empieza a producir el azúcar de remolacha en Francia.


Los carmelitas franceses, que deben permanecer encerrados en los monasterios durante la Revolución, empiezan a fabricar estas galletas para abastecerse de alimentos que se puedan conservar.




En 1792, la panadería Pearson & Sons Bakery de Chicago empieza a fabricar un tipo de galleta de larga duración para marineros. Ese año se empiezan a fabricar en un monasterio italiano los almendrados. Una especie de galleta de forma redondeada e irregular con el interior blando. Fabricada con almendras molidas y muchas veces con coco y aromatizada con chocolate, especias y aromas diversos.


En Alemania, durante el siglo XIX, se instauró la costumbre de regalarse galletas los domingos de diciembre, durante el periodo de Adviento. En cuanto se dieron cuenta de que antes de hornear las galletas podían estamparse en ellas imágenes de animales, casas o escenas de la Biblia, se crearon las delicias de 
Navidad.







Y aquí les dejo un vino DEMUERTE con unas notas fantástica a bollería, “Si los amantes del vino y del amor van al infierno… vacío debe estar el paraíso”…


Bodegas Wineyart                                                          

Crianza: 9 meses en barricas de roble francés.

.UVAS: Monastrell 50% y Syrah 50%

• VISTA: Color rojo violáceo.

• NARIZ: Fina de frutos rojos con un suave fondo de roble y bollería.

• BOCA: Paso de boca suave y untuoso


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