MANJAR DIVINO
El helado es un producto
delicioso y nutritivo que se puede definir como leche batida, congelada,
endulzada y concentrada, consumible en diferentes sabores, formas y tamaños.
El helado tiene toda una historia
que nos acompaña desde hace miles de años. Parece que todo empezó con los
chinos, muchos siglos antes de Jesucristo y nuestro calendario. Éstos mezclaban
la nieve de las montañas con miel y frutas. Los Califas de Bagdad, ahí, donde
las “Mil y una noche” y Alí Babá, mezclaban la nieve con zumos de fruta dándole
el nombre de “Sharbets”, que significa bebida, es lo que hoy conocemos por
sorbetes y nos acerca un poco a la trayectoria de los helados, ya que fue Marco
Polo el que introdujo en Europa las fórmulas aprendidas en sus viajes.
Alejandro
Magno tenía al helado por MANJAR DIVINO y sentaba a su mesa, a su
lado derecho, como correspondía a personas muy principales, a los reposteros y
heladeros que trajo de Persia.
Tan arraigado llegó a estar en la
Roma del siglo I el gusto por los helados, que el filósofo hispano latino
Séneca censuraba a sus amigos por el abuso que hacían de aquel manjar. Hombres
y mujeres masticaban hielo edulcorado o nieve con almíbar por la calle como si
se tratara de polos y helados.
La preparación de los helados por
aquel entonces era tan complicada que sólo lo podía tomar la nobleza. Todos
sabemos a qué velocidad se derrite un helado y al no disponer de frigoríficos,
congeladores o heladeras, era toda una aventura conservar un helado hasta que
un rey o rico mercader lo pudiera saborear. Los helados de leche entonces no se
conocían, pero un cocinero francés que servía en la corte inglesa, mezcló zumos
con leche e inventó el helado.
El Rey Carlos I de Inglaterra quedó tan fascinado que le dio una gran recompensa para que reservase su invento únicamente para uso de la mesa real.
En 1660, el italiano Procopio abrió en París el “Café
Procope”, donde además de café se servían helados, siendo este siciliano el
abuelo del helado popular. Fueron los heladeros italianos, convertidos en
heladeros ambulantes, quienes dieron a conocer por toda Europa las delicias de
los helados hasta que en 1700 cruzan el Atlántico y se empiezan a hacer
populares en Estados Unidos. En 1846, la americana Nancy Johnson inventa la
primera heladora automática, a partir de este hecho empieza la verdadera
historia del helado industrial con los resultados que todos conocemos. El
helado nos gusta, se ha hecho popular y nuestra demanda hace que la industria
del helado tenga una gran producción.
Como ya es habitual en mi blog, les ofrezco una refrescante,
digestiva y ligerea sugerencia que se ha convertido en un indispensable de
nuestra gastronomía:
SORBETE DE LIMÓN AL CAVA
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por participar y más ...