EL DIGESTOR DE PAPIN

 

La historia de la olla express es la de un invento que revolucionó la forma de cocinar los alimentos, tanto por su sabor como por el tiempo necesario para cocinarlos. Conocida como olla a presión, de vapor u olla pitadora.

Una noche de abril de 1682 tuvo lugar en los salones de la Royal Society de Londres una curiosa cena: los alimentos servidos habían sido cocidos en una olla a presión, la primera olla express de la Historia. El inventor de la olla express fuer el físico francés Denis Papin.

Fue uno de los pioneros de la energía de vapor, presentaba de aquella manera efectista su prodigioso sistema.


    Previamente, y durante tres años, había estado el físico francés trabajando y probando las virtudes de su olla express: decía que la carne de vaca más vieja y más dura cocida en su olla podía convertirse en carne tan tierna y sabrosa como la de la ternera más selecta.

Papin llamó al invento “digestor a vapor”: recipiente de hierro colado con válvula de seguridad y tapadera ajustada para potenciar la presión interior elevando el punto de ebullición hasta los 120 ºC, con lo que el tiempo de cocción se reducía en un 25 por ciento.

Todos coincidieron aquella noche en una cosa: la olla de Papin reducía el tiempo de cocción sin que los alimentos perdieran sabor ni poder nutritivo. Halagado y feliz por ello su inventor publicó un folleto parecido a los libros de instrucción y manejo, como los que estamos familiarizados cuando adquirimos un artilugio nuevo.

En él, se explicaba cómo usar el aparato y cuánto tiempo se necesitaba para cocer diversos tipos de guisos, añadiendo a todo ello un útil recetario de platos que podían ser preparados con el “digestor de vapor”: desde el cordero cocido a los más delicados postres e incluso ponches, pasando por las judías estofadas, el conejo o las anguilas.                Hubo algún que otro accidente que alarmó naturalmente a la población y la olla de Papin pasó al olvido.



De allí quiso rescatarla Napoleón Bonaparte, que en 1810 la hizo reaparecer con algunas modificaciones practicadas en el invento por su cocinero, aunque desvirtuó la idea original de Papin ya que lo que salió de las manos de Nicolas Appert fue nada menos que un procedimiento nuevo para enlatar y conservar los alimentos precocinados. 

                En vísperas de la Segunda Guerra Mundial el arquitecto norteamericano Alfred Vischer ideó un sistema de cierre hermético mediante el cual la tapadera encajaba perfectamente con la olla, a la que dotó además de largo mango y junta de goma recambiable.

La olla a presión no sería un invento familiar y universal hasta la década de los cincuenta del siglo XX. Cuando gracias a los experimentos de los hermanos Fréderic, Jean y Henri Lescure se llegaron a dominar los secretos de su fabricación, ofreciendo garantías de seguridad, control y precio asequible, la olla a presión había triunfado por fin.

Aunque la época del año no sea la más apropiada para el maridaje de hoy, es cierto que este plato cocinado en la olla exprés, nos sentará divinamente en cualquier estación del año y ni que decir tiene que el vino que les presento es un acompañante perfecto:




FABADA ASTURIANA 








Viña Pomal Centenario Crianza 2017 Rioja  Tempranillo Bodegas Bilbaínas

NOTAS DE CATA:

VISTA: Rojo picota, Reflejos violáceos

NARIZ: Notas torrefactas, Frutos silvestres, Regaliz, Violetas, Equilibrado

BOCA: Redondo, Delicado, Amable, Cacao, Taninos pulidos


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