GOTA DORADA
Cuando oímos hablar de Pedro
Ximenez, nos vienen a la cabeza recuerdos de vinos dulces, casi de postre,
vinos del sur…Probablemente sea el vino más dulce que podemos encontrar en el
mundo. Existe una parte de la historia (o no) que especula sobre el origen de
esta variedad situado en Canarias y/o en Madeira. Según nos cuentan se la
llevaron los soldados españoles de los tercios de Flandes a Alemania y la
trajeron a Andalucía allá por el siglo 17-18. El nombre (según algunos) era el
de un clérigo, concretamente un Cardenal que fue “destinado” a las Sierras de
Málaga, que trajo esta variedad y se empezó a hacer este tipo de vino dulce.
También se dice que Pedro Ximénez
era un soldado que trajo esa uva y entre batalla y batalla, vendimiaban. En una
de esas, tuvieron que salir “corriendo” a una de esas contiendas y cuando
volvieron las uvas que habían quedado fuera de la bodega y expuestas al sol, se
habían pacificado. Aun así, como los soldados si no tienen vino, no luchan, decidieron
extraer el vino de esa uva pacificada y parece ser que les gustó el “accidente”
y decidieron seguir así con su elaboración. Estos vinos son tan dulces, porque
las uvas se pacifican antes de la fermentación, logrando una altísimo concentración de azucares, que después pasan al vino.
Otra historia más o menos
parecida es la del soldado alemán llamado Peter Siemens que trajo una riesling
del Rin y también le pasó lo mismo… la batalla, el sol, las uvas pacificadas,
etc. Pero los andaluces con su gracia y su salero de Peter sacaron Pedro y de
Siemens, Ximénez. La uva Pedro Ximénez, es sin duda, una variedad nacida en el
sur, mediterránea. Su numerosa sinonimia hace dudar de su novelesco origen. Una
de ellas es la apuntada por Rafael Arévalo, profesor de árabe de la Universidad
de Málaga: “Pedro Ximén es la castellanización de la palabra árabe que designa
el tipo de uva del cual tal vino procede y cuya traducción sería “gota dorada”.
Sabemos
con certeza que a partir de los comienzos del siglo XVI la variedad de uva
Pedro Ximénez se extendió por las blancas laderas del sur de la provincia de
Córdoba desplazando por sus excelentes cualidades a otras cepas.
Pedro Ximénez es un tipo de uva moscatel que se cultiva en zonas con climas secos y calurosos de España. Los vinos elaborados con Pedro Ximénez se caracterizan por presentar un color caoba oscura, aromas pacificados y un sabor muy suave y dulce. Además, suelen contener un alto nivel de azúcar y por tanto, de alcohol. En definitiva, los Pedro Ximénez son vinos de gran calidad y generosos, tanto secos como dulces.
Antes del siglo XIX, Málaga era la única ciudad donde se
producía la uva Pedro Ximénez según atestiguan los escritos; más tarde se
extendería por Andalucía. Hoy la variedad Montilla-Moriles es la que se
corresponde con la mayor parte de la producción.
«Cada Otoño ve Málaga entrar en
sus aguas un número grande de buques extranjeros para recibir, a más de otros
frutos exquisitos, los deliciosos vinos que se hacen en aquellos terrenos».
Hoy
les propongo otra forma de disfrutar de estos vinos tan nuestros, acompañado de
un vino con connotaciones muy diferentes a las de la uva que he tratado en el
artículo pero con el que marida muy bien:
SOLOMILLO CON FOIE REDUCCIÓN
PEDRO XIMENEZ
Enate 2018, Vino Tinto Joven
con crianza
Origen Somontano, Uvas: Cabernet sauvignon, Merlot
NOTAS DE CATA:
VISTA: Rojo picota
NARIZ: Notas especiadas, Vainilla, Notas de sotobosque, Violetas,
Pimienta, Aromas frutales Aromas
florales, Grosellas, Zarzamora, Frutos del bosque.
BOCA: Suave, Sabroso, Redondo, Notas torrefactas.
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