TORRE ALTA DEL CHEF

 

    La vestimenta y los accesorios son imprescindibles para la vida humana, y si aplico esto al plano culinario, el concepto de estar uniformado resulta mucho más riguroso.  El colectivo de trabajo se ocupa de mantener dicha uniformidad y coherencia visual, tan agradable a la vista. Entre ellos se encuentran los chefs, quienes, aunque la mayoría de las ocasiones están sumergidas en la preparación de los platos, también mantienen su ritual en la vestimenta.

Uno de los accesorios tipificadores de los chefs de todo el mundo lo es su gorro, en sus disímiles variedades. Llaman mucho la atención por la prestancia que le imprimen al atuendo y la esbeltez que alcanzan los maestros del arte culinario. Por ello, cada uno de ellos continúa con esta tradición, símbolo de cultura y de respeto por la profesión que ejercen. Pero… ¿cómo fue que surgió el famoso gorro de chef?




Se dice que para el siglo XVI ya se usaban gorros. Pero cuenta la historia que los cocineros de ese período fueron a menudo encarcelados y en algunos casos ejecutados debido a su libre pensamiento. Para evitar la persecución, algunos chefs se refugiaron en iglesias ortodoxas y fueron ocultados entre los sacerdotes de los monasterios. Por ello usaban las mismas ropas que estos, incluyendo sus sombreros altos y trajes largos, a excepción de que la vestimenta de los Chefs era gris y la de los sacerdotes negra.







Pero la invención de gorro Chef, tal como lo conocemos hoy en día, se le atribuye a uno de los visionarios de la cocina francesa del primer tercio del siglo XIX: el famoso Antoine Careme. El gran cocinero de la corte Europea fue uno de los primeros que se preocupó no sólo por la creatividad culinaria, sino por las condiciones del trabajo, al diseñar los uniformes empleados en la cocina. Es a él  a quien se le debe el uniforme blanco, lo que hoy son el pantalón y la filipina doble. Él pensó que los gorros debían de ser de diversos tamaños para distinguir los cocineros de los Chef.



Como suele ocurrir con las prendas de vestir, a la función práctica del sombrero siempre le ha acompañado una función simbólica, aún más de identidad y de diferenciación. En el caso del gorro de cocinero ocurre exactamente lo mismo. Lo que se entiende comúnmente por gorro de cocinero, esa blanca torre, alta y hueca, es una representación figurada de una corona, cuya altura distinguiría al Chef del resto de los ayudantes y cocineros de menor categoría.

Pero el diseño, con su  forma cilíndrica y alta también posee una vertiente práctica, pues mantiene fresca y acondicionada la cabeza, así como protegida ante las altas temperaturas de la cocina. Incluso, antiguamente, en su interior se solía colocar una bolsa con agua fría para mantener la cabeza a una buena temperatura.


            Haciendo un pequeño homenaje a la Torre Alta, hoy les sugiero como maridaje una torre de salmón acompañada de un vino redondo, El Gordo del Circo. Espero que lo disfruten tanto como yo.


SALMÓN, HORTALIZAS Y BROTES DE LA HUERTA







 

El Gordo del Circo

Rueda  Uvas Verdejo Productor Casa Rojo

NOTAS DE CATA:

VISTA: Brillante, Limpio, Reflejos dorados, Amarillo verdoso

NARIZ: Intensidad alta, Fruta tropical, Aromas frutales, Maracuyá, Papaya, Melón

BOCA: Elegante, Notas de crianza, Corpulento  Cremoso, Graso

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