EL DESOVE DE LOS ALEVINES
Son muchos
los expertos los que estudian el ciclo de vida de los salmones y, sobre todo,
esta fase de su vida, ya que se intenta dar explicación de cómo saben los
salmones que tiene que volver a su río materno a desovar.
Cuando los alevines ya son más grandes e independientes van nadando a lo largo del río hasta desembocar en el mar. Una vez allí van nadando y deambulando por los mares por periodos variables dependiendo de cada salmón. Durante ese periodo encuentran alimento y un hábitat. Una vez pasado el tiempo y ya siendo adultos, los salmones intentan volver al lugar de su nacimiento para desovar y reproducirse. Claro que este camino es evidentemente toda una tesitura. Imaginad que tienen que volver nadando a contra corriente por el río del que nacieron. Obviamente no todos los salmones sobreviven para contarlo. El camino hacia su río materno está lleno de dificultades y peligros.
¿Cómo sabemos si el
salmón está cocinado? Pues fijándonos en el color. Su carne se vuelve rosa
conforme se va cocinando, pero no debemos dejar que adquiera un tono demasiado
claro porque será señal de que lo hemos hecho en exceso. El centro del pescado
debe tener aún un color ligeramente opaco. Hay que tener en cuenta que se trata de un
pescado frágil por lo que cuanto menos lo manipulemos, mejor.
Su carne firme resiste
bastante bien los tratamientos culinarios y mantiene bien su forma. Además, sus
espinas, muy bien localizadas y de gran tamaño, son fáciles de ver y retirar,
lo que convierte al salmón en un pescado muy adecuado para cualquier plato.
Les ofrezco, lo que
para mí es, el maridaje perfecto, la fusión adecuada entre el salmón y uno de
los grandes vinos, referencia en cualquier espacio gourmet.
LOMITO DE SALMÓN CON ESPARRAGOS
VERDES
Muga Rosado
2020 TIPO DE UVA: Tempranillo, Garnacha, Graciano, Mazuelo. Familia Muga forman parte de la historia del
vino de Rioja.
AROMA: Este vino posee
un buqué a flores, en concreto a pétalos de rosa. Asimismo encontramos aromas
frutales y a frutos rojos del bosque, fresas salvajes, junto con ciertas notas
de vainilla cremosa.
SABOR: En el paladar,
se percibe un suave y amplio ataque, muy suculento, seguido de una agradable
acidez que equilibra las primeras impresiones de dulzor.
FINAL: El vino se
desarrolla perfectamente con un final refrescante y ácido. Un rosado
agradablemente equilibrado con sorprendente complejidad.
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por participar y más ...