UNA HISTORIA DE AMOR
Dulce por antonomasia de las fiestas de Navidad, el turrón no falta prácticamente en ninguna mesa durante las fiestas. Una verdadera tentación golosa que hoy día cuenta con mil y una versiones e interpretaciones. Los más reputados pasteleros nos ofrecen sus particulares variantes de turrón, algunas verdaderamente sorprendentes. Por supuesto, no faltan esas pastelerías, de toda la vida donde los turrones más tradicionales, de Jijona, de yema, duro, blando son santo y seña. Es el protagonista entre los dulces navideños y sus orígenes se remontan siglos atrás.
De acuerdo con datos históricos, el turrón, conocido como Turrón de Jijona ya estaba presente en la antigua Sexona, Jijona actual en el siglo XVI.
Se cree que los árabes fueron los encargados de introducirlo en esta localidad. Sobre su origen en esta zona hay versiones encontradas, unas apuntan que surgió en un concurso que buscaba un alimento nutritivo pero que fuera fácil de conservar durante largos períodos por el ejército sin peligro a que se pusiese malo.
La mayoría de fábricas de turrón centran su mayor producción en los meses previos a Navidad, desde septiembre a diciembre, para poder abastecer a España y resto del mundo, del ansiado y esperado dulce de Navidad. El resto del año muchas de ellas cierran sus puertas a la vez que esperan el inicio de la nueva campaña.
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