CELOSAMENTE INTENSO

 

    El pimiento para pimentón llegó procedente de América, y se ofrendó a los Reyes Católicos en el Monasterio de Guadalupe. En el siglo XVI, es introducido en La Vera por los monjes Jerónimos del Monasterio de Yuste. Desde la infinita calma del monasterio, los Jerónimos acunaron un tesoro para los sentidos.

    A partir de sus comienzos, las semillas llegaron al Real Monasterio de Guadalupe y al Monasterio de Yuste, donde se dedicaron a su cultivo. También llegaron a Murcia, y también allí se plantaron en huertos de monjes jerónimos. Cáceres, la comarca de La Vera concretamente, es el entorno con las condiciones climatológicas ideales para el cultivo de los pimientos, al contar la zona con un microclima excepcional. 

      Inicialmente, el pimentón se utilizó para la conservación de embutidos, hasta que descubrieron sus bondades en la cocina al incorporarlo a salsas y guisos, y de ahí su distribución y darlo a conocer por todas las cocinas del mundo.

    Hoy en día su expansión sigue creciendo y es muy apreciado por el carácter, el sabor y el color que aporta a los platos. El cultivo del pimiento se fue extendiendo a las zonas de regadío de la Comarca de La Vera certificado como Denominación de Origen.

    La planta del pimiento encontró en La Vera un magnífico hábitat para desarrollarse y extender su cultivo. A mediados de septiembre comienza la recolección de la cosecha, que se vive como un rito vinculado a la tierra y a sus gentes. Los pimientos se recogen de forma totalmente manual, tal y como se hacía hace cientos de años. En cada temporada se llegan a recolectar 3,726 millones de kilos de pimientos con una calidad regulada y controlada por la Denominación de Origen Protegido.

    Con las variedades de pimientos Jaranda, Jariza, Geromín y Bola, se preparan los diferentes tipos de pimentón: Dulce, Agridulce y Picante. 

        Todos con un intenso sabor y aroma gracias a su proceso de secado al humo. Los pimientos recolectados a mano y celosamente seleccionados por los agricultores de la zona son deshidratados en los secaderos con leña de encina o roble en un proceso que se alarga durante 10 o 12 días, lo que otorga al pimentón sus singulares características de aroma, sabor y estabilidad de color.

    Después de eliminar ciertas partes, como las semillas o el pedúnculo, es cuando están listos para pasar al siguiente paso: la molienda en molinos de piedra. Si el proceso se sigue rigurosamente, el resultado no será otro que un polvo fino, uniforme y de color rojo intenso.

 Aroma:
Su aroma es inigualable. Al abrir ya notarás la diferencia. Huele a leña, a campo, a tradición. Es donde más se aprecia el enorme trabajo de los agricultores por secarlo a fuego lento y con las mejores maderas.
 Sabor:
Lo que más se valora. Lo que lo hace único. Convertirá́ cualquier receta en algo especial y diferente. Te transportará a otra dimensión de sensaciones.
 Color:
El color del fuego. El Pimentón es el de mayor estabilidad de color del mundo por su sistema de secado tradicional. Mantiene su color rojo mucho más intenso.

    En la sección de maridaje de hoy, les presento una combinación propia de la calma de un Monasterio, en dónde los olores y sabores suelen ser “celosamente intensos”. 

 Merluza al pimentón de la Vera

Enate Rosado 2020

 Cabernet sauvignon 100%
D.O. SOMONTANO
Vista:Tonalidad frambuesa.
Nariz:Nariz intensa, muy afrutado, donde resaltan aromas de frutos rojos como arándano, frambuesa
Boca:En boca presenta un ataque carnoso y pleno. Su equilibrada acidez hace de él un vino ágil y vivo. Su evolución en boca es buena, con un posgusto largo y sabroso en el que destacan los aromas varietales.