LA GUINDA FINAL

 


    Similares a los canónigos y otras hojas, los berros forman parte del gran grupo de plantas y hierbas frescas que despiertan especialmente a partir de la primavera. A diferencia de los primeros, mucho más dulces, los berros destacan por su matiz picante pero muy fresco y aromático, perfecto para enriquecer ensaladas.


    Precisamente por su particular personalidad y sabores más acentuados, el berro es una hoja estupenda con la que se pueden acompañar muchos platos, tanto poniendo la guinda final en forma de aderezo como siendo la base de una guarnición, salsa, salteado o crema. Fuente de propiedades saludables y muy ligero, este vegetal además ofrece gran versatilidad en función de la edad y tamaño de sus brotes y hojas.



    Muy popular en otras cocinas europeas, típico acompañamiento por ejemplo de carnes asadas en forma de ensalada en Francia, el berro ha estado bastante olvidado en España salvo a nivel más local donde se recolectaba silvestre.




    El berro forma parte de la nutrida familia de las brasicáceas o crucíferas, en el que encuadramos a algunas de nuestras verduras más populares como son todas las coles, incluyendo el brócoli, la coliflor, los nabos. Conocido también como berro de agua, se trata de una planta de hoja perenne acuática o semiacuática, que crece fácilmente de forma silvestre.

      Originario de Asia Central y Europa, está ampliamente extendido por todo el mundo y se considera uno de los alimentos más consumidos por el ser humano desde tiempos remotos, dada la facilidad con la que se encuentra en la naturaleza y que no ofrece dificultades especiales de preparación o ingesta.



     Crece con facilidad de forma espontánea en zonas de climas húmedos y temperaturas relativamente estables, sin veranos muy cálidos ni inviernos helados, en los que es fundamental la presencia constante de agua. Por eso es una planta silvestre muy común en humedales, zonas de lagos, riberas de ríos y arroyos, llegando incluso a considerarse especie invasora.

    Seguramente nos apetecerá una ensalada de berros, un sándwich con este vegetal, como suelen consumirlo los ingleses o incluso un potaje tan típico de Canarias. No obstante, lo más adecuado para no perdernos ni uno solo de sus componentes es comerlo crudo o al vapor. Podemos convertir los berros en uno de nuestros indispensables gracias a platos sencillos y ricos.


    En la sección de maridaje hoy les presento una combinación perfecta entre el protagonista del artículo y un vino que les puedo asegurar  no es nada…sospechoso. 


Crema de berros ,salmón ahumado y queso fresco.






SOSPECHOSO ROSADO 2021
UVA: 53% Bobal, 47% Tempranillo
VISTA: Delicado color salmón muy elegante.
NARIZ: despliega atractivos aromas de frutas rojas como las fresas y las frambuesas frescas, seguidas de sutiles toques cítricos
BOCA: es amable, ligero y suave. Perdura una sensación larga y refrescante bien definida por sus notas afrutadas.

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